la historia familiar detrás de una guerra empresarial que duró más de diez años
La familia Álvarez puso fin a su disputa por el imperio de su padre el pasado jueves. Tras trece años marcados por demandas y procesos judiciales, los propietarios del gigante del sector servicios, Eulen, y el grupo dueño de la bodega Vega Sicilia, El Enebro, han llegado a un pacto para dividir las empresas entre los hermanos, acuerdo que, como ya informó ABC, se ha gestado a lo largo del último año.
¿Cuándo empezaron los problemas?
Las discusiones familiares sobre la gestión del conglomerado empresarial comenzaron antes de la muerte del fundador, David Álvarez, en 2009. Entonces, el fundador de ambas compañías decidió apartar a cinco de sus hijos de la gestión de Eulen, con la justificación de que ellos eran los que le pretendían apartar a él.
En febrero de 2010, tras tomar la decisión en una junta general extraordinaria, David Álvarez y su hija María José fueron designados como administradores solidarios de Eulen. Sin embargo, antes de que lo fueran el grupo contaba con un consejo de administración formado por el fundador, sus siete hijos y un consejero independiente.
Un año más tarde, en el grupo El Enebro, cinco de los siete hijos -Marta, Elvira, Juan Carlos, Emilio y Pablo- aprobaron en junta de accionistas la salida de su padre y de sus hermanos Jesús David y María José Álvarez Mezquíriz del consejo de administración. Quitándoles el poder de decisión en El Enebro.
En 2013 y a los 86 años, el empresario creó junto a su hija María José la sociedad Daval con el fin de controlar el 60% de Eulen, lo que alejaba del horizonte los planes de los cinco hijos. En esta embolsó sus acciones y las de sus dos hijos Jesús David (ya fallecido) y María José, agrupando el 60% del capital de la compañía de servicios y garantizando el control político de la empresa.
David Álvarez Díez falleció en 2015 en Madrid a los 88 años de edad. No obstante, tras su muerte empeoraron los conflictos.
Años de demandas y batallas judiciales
La muerte de su padre no hizo más que empeorar los conflictos. Las acciones de David Álvarez, del primogénito Jesús David y de María José Álvarez, agrupadas en la sociedad instrumental Daval S.L., les aseguraron un paquete de control en Eulen (60%), mientras que los otros cinco hermanos, Marta, Elvira, Juan Carlos, Emilio y Pablo, se quedaron con la participación mayoritaria en El Enebro.
En ese momento, los cinco hermanos apartados, agrupados en El Enebro, cuestionaron la herencia y abrieron la primera batalla judicial reclamando la nulidad de la Junta de Accionistas del año 2011.
Cada parte de la familia tenía el control en una de las empresas, sin embargo seguían siendo propietarios de parte relevante del accionariado, lo que derivó en una sucesión de litigios y denuncias cruzadas que se ha prolongado hasta la actualidad.
Paz tras el fallecimiento de Jesús David
Como ya informó este periódico, tras la muerte del primogénito, Jesús David, los hermanos se reencontraron y sentaron las bases de su reconciliación. Así la familia Álvarez Mezquíriz puso fin al drama familiar causado por un conflicto de poder empresarial y que trajo consigo un alto coste económico.
El acuerdo, comunicado el pasado jueves, otorga el control total sobre Eulen a la actual presidenta, María José Álvarez, que hasta la fecha poseía el 60% de las acciones del grupo multiservicios; mientras que concede a los otros cinco hermanos, Pablo, Emilio, Elvira, Marta y Juan Carlos, el 100% del capital del Grupo El Enebro, en el que se alojan todas las bodegas arracimadas en torno a la marca Vega Sicilia y el resto de enseñas agroalimentarias del hólding empresarial fundado por David Álvarez.