Las cinco dudas legales sobre el uso de WhatsApp en el ámbito laboral
Más de 35 millones de personas en España usan WhatsApp, este canal de comunicación está presente de forma constante en nuestro día a día, incluso cuando se trata del ámbito laboral, donde, según Ruíz-Beato Abogados, «lo que sí que vale a título personal puede no servir en el trabajo o tener determinadas consecuencias legales».
¿Puede mi jefe espiar mi WhatsApp? ¿Es vinculante un sueldo negociado por WhatsApp? ¿Pueden añadirme a un grupo de empleados de la empresa? ¿Me pueden despedir por WhatsApp?… cada vez más sentencias laborales tienen en cuenta el uso de estas redes en el ámbito empresarial y laboral. Desde el bufete de abogados, especializados en aportar soluciones y servicios en asuntos laborales, fiscales y jurídicos, repasan las implicaciones legales de algunas de estas preguntas.
¿Puede mi empresa revisar mis mensajes de WhatsApp?
Desde el despacho, explican que los bienes de empresa suelen representar conflictos laborales ya que «limitan con el derecho a la intimidad y privacidad».
La respuesta del despacho es clara en este caso: «Cualquier herramienta y dispositivo que la empresa pone a disposición de sus empleados para que puedan realizar sus tareas es susceptible de ser revisado siempre y cuando la empresa lo haya avisado y si el contrato especifica que teléfono móvil sólo se debe utilizar de forma profesional», resumen.
¿Es vinculante un sueldo negociado por WhatsApp?
Ruíz-Beato Abogados apunta que, aunque existen servicios de certificación digital o de peritos digitales, «diferentes sentencias mencionan la posibilidad de poder manipular digitalmente cualquier archivo electrónico» y que «el anonimato que autorizan tales sistemas y la libre creación de cuentas con una identidad fingida, hacen perfectamente posible aparentar una comunicación en la que un único usuario se relaciona consigo mismo». Por lo tanto, aconsejan a los usuarios de la red social que a pesar de la comodidad que ofrece la inmediatez «es mejor no usar este tipo de servicios electrónicos para negociar, justificar o acreditar cualquier propuesta o acuerdo laboral profesional o particular». No obstante, recuerdan que en muchas ocasiones las redes sociales se han utilizado para negociar o aceptar condiciones salariales.
¿Puede obligarme la empresa a formar parte de un grupo?
El despacho aclara que si se trata de una herramienta de trabajo y un canal de comunicación habitual de la empresa pueden incluir a los trabajadores, pero es necesario contar con su consentimiento previo.
Recuerdan que la Agencia Española de Protección de Datos condenó al Ayuntamiento de Boecillo, un municipio de Valladolid de 4.000 habitantes, por crear un grupo en el que incluyó a 272 vecinos que acabaron denunciando al consistorio por incluirle en este grupo de WhatsApp sin su consentimiento, vulnerando la ley de protección de datos.
¿Se puede anunciar un despido?
La pandemia y el teletrabajo han dejado sentencias «llamativas» en torno a los despidos en tiempos de COVID. Y aunque el uso de las nuevas tecnologías y canales de comunicación son muy habituales para conversaciones y para la ejecución de tareas colaborativas en el trabajo, «para comunicar un despido hay que cumplir con ciertos requisitos que aparecen recogidos en nuestra legislación y que muchas veces no pueden darse en un email o un mensaje de WhatsApp» asegura el despacho.
Detallan además que los requisitos exigidos en la normativa y la jurisprudencia son, que sea por escrito; que figuren los hechos que motivan el despido si el despido es disciplinario o la causa si el despido es objetivo; y que conste fehacientemente que la carta se ha entregado.
Mejor no mentir por WhatsApp
El bufete asimismo argumenta que «ya sea para uso individual o desde el trabajo, los términos de uso y condiciones de WhatsApp tienen una larga lista de cosas que no se deben hacer y que pueden tener consecuencias legales y penales por vulnerar o infringir derechos de privacidad, publicidad, propiedad intelectual o industrial o por lanzar mensajes ofensivos». Recuerdan también que no se puede utilizar de manera inapropiada algún canal, por ejemplo, enviando informes o reclamaciones fraudulentas o infundadas.